¿Tienes alegría?
Nada parecía moverme, hacerme reír o traerme alegría. ¿Qué era lo que estaba pasando? Me sentía entumecida, sin emoción, ¿por qué? Reflexionar me trajo alegría. Un rápido inventario de mi situación actual me hizo realizar que yo no estaba buscando dar placer a Dios. Escuché a un pastor decir...