Vendrán problemas; esto no significa que Dios te haya abandonado.
“El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te
desanimes.» Deuteronomio 31:8
Observa a David. A la edad de dieciséis años, fue ungido Rey, y desde ese momento, fue perseguido por los
Filisteos, el Rey Saúl, y estaba huyendo y escondido. Quince años después, salió victorioso y cumplió Su llamado. Dios lo llamó un hombre conforme a Su propio corazón.
«No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.» Gálatas 6:9