¿Alguna vez ha sido tan atacado o bajo presión que cree que todos lo han abandonado? Yo si.
El enemigo puede torcer la imagen y engañar. Debemos estar anclados en la palabra de Dios y aferrarnos a Sus preciosas promesas.
“….Porque Él mismo ha dicho: “Nunca te dejaré ni te desampararé”. Entonces podemos decir con denuedo: “El Señor es mi ayudador; no temeré ¿Qué puede hacerme el hombre?» Hebreos 13:5-6