Los aniversarios son generalmente un día que recuerdas algo especial que sucedió y amerita una celebración. Pero, ¿qué pasa si un aniversario conmemora una tragedia, como ser la pérdida de un ser amado?

Recientemente tuve un aniversario con sentimientos encontrados; el quinto aniversario de mi boda, pero mi esposo falleció hace cuatro años y medio. Es un tiempo de reflexión mientras pienso cómo podríamos estar riendo este momento, estando juntos en una fogata o tratando que el césped de nuestro jardín crezca. Extraño su alegre presencia y agradezco a Dios por el regalo especial que Él me dio cuando conocí a mi esposo.

“Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho.” Isaías 25:8. (RVR)