¿Diste todo de ti, cada onza?

En la obra de Shakespeare llamada “El Mercader de Venecia,” Shylock, un judío que presta dinero a su rival cristiano Antonio, establece la seguridad en una libra de la carne de Antonio, si es que decide no pagar la deuda. Cuando Antonio esta en quiebra y no logra pagar el préstamo, Shylock demanda una libra de su carne. 

Jesús no solamente entregó una libra de su carne. Él dio cada onza por nosotros, Él pagó nuestra deuda por completo. Nosotros no podemos pagar de vuelta lo que Jesús hizo por nosotros. Entonces, ¿qué es lo que quiere de nosotros? Él quiere que lo amemos con todo nuestro corazón, alma y mente (Marcos 12:30). Él quiere que le demos todo de nosotros a Él. Dios no solamente quiere una libra en retorno.

¿Sabes que cuando entregamos todo, experimentamos una pérdida? Una pérdida de identidad en nosotros. Nuestra mente y corazón son renovados y nuestros deseos reflejan los deseos de Dios.

“Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” 2 Corintios 5:15 RVR