Estuve hablando con alguien acerca de diseñadores de carteras. Esta persona me comentó sobre los mejores diseñadores y sus mejores productos que son exhibidos en las tiendas. Empecé a pensar sobre diseñadores de religiones. ¿Nosotros diseñamos a Dios de acuerdo a como nosotros queremos que sea, para que encaje con nuestro estilo de vida y nos haga sentir bien? O ¿Somos atraídos a iglesias gigantes solo porque el resto de la gente va a estos lugares?

No estoy en contra de las iglesias gigantes si es que tienen al verdadero espíritu de Dios. Más allá de una religión, esto se trata de tener una relación con Jesús. Él debería ser el amigo más cercano que tenemos. Cuando tenemos algún problema, Él debería ser la primera persona a la que recurramos. Cuando tenemos algo que nos emociona, Él es el primero al que deberíamos agradecer y alabar por la bendición que recibimos. Nuestro diseño debería ser seguir a Jesús. Él tiene el nombre más poderoso.

“Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.” Apocalipsis 14:1, 4-5. (RVR)