“Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” 1 Juan 2:17
Vemos la degradación en el mundo de hoy y sus deseos. Una vez que algo comienza a pudrirse, no se puede cambiar el estado final. Es fundamental que nos mantengamos firmes en la voluntad y el propósito de Dios. Si nos alineamos con Él, permaneceremos para siempre.