¿En quién confías?
Cuando eres viuda, recibes muchos consejos. Pero la pregunta es, ¿en quién confías? Recientemente yo necesitaba arreglar mi auto y mi vecino me recomendó sobre un buen lugar para llevarlo. Consideré la opción y hablé con Dios.
Dios me dijo que no y me dio la alternativa de otro lugar para arreglar mi auto. Llamé para solicitar una cita y me programaron para ese mismo día. El auto estaba arreglado en menos de veinte minutos y solamente me costó 60 dólares. Dios es bueno.
“Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?” Isaías 2:22.
“Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.” Salmos 37:5.