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Enciérralos

Algunas veces nuestros pensamientos se escapan con nosotros. Escuchamos toda la negatividad de la vida y empezamos a perder esperanza en el Único que está sobre todas las circunstancias. Cuando estos pensamientos empiezan a jugar una y otra vez en nuestra cabeza el ciclo parece interminable. Pero, cuando tenemos la mente de Cristo podemos superarlo.

“Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” 2 Corintios 10:3-5 RVR

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