Enfoque distorsionado
Heridas pueden distorsionar nuestro enfoque al dolor que tenemos en mano. Dios es empujado hacia un costado y es olvidado.
Cuando el sufrimiento este tomando el control, detente, da un paso atrás y mira la imagen completa. ¿Puedes ver la mano de Dios en la situación? Si no lo haces, pregúntate ¿por qué no?
Dios es soberano y tiene el control de todo. Pídele que entre en acción y te sane.
“Porque él no desprecia ni tiene en poco el sufrimiento del pobre; no esconde de él su rostro, sino que lo escucha cuando a él clama.” Salmos 22:24