Si algo acaba de venir a la mente, es posible que necesites encontrar satisfacción en Dios.
Como cristianos, no deberíamos tener ningún área de nuestra vida que no esté satisfecha.
El Salmo 23: 1 dice: “El Señor es mi pastor; Nada me faltará.» Debemos caminar en la vida abundante de
Cristo (Juan 10:10 (b)), con todas nuestras necesidades satisfechas. Muchos intentan llenar el vacío que sienten por dentro con cosas de este mundo (objetos materiales, comida, relaciones, trabajo, etc). ¿Qué estás deseando? Si no es Cristo, ante todo, es posible que estés tratando de autogratificarte, lo cual es un pecado. Dios quiere ser nuestro todo. «Dichosos los que tienen hambre y sed de
justicia, porque serán saciados.» Mateo 5:6
Solo podemos estar satisfechos cuando estamos en Cristo, completos en él. Cuando le entregamos nuestra
vida, Él nos llevará a ser santificados (espíritu, alma, y cuerpo), y todo lo que queremos es Su voluntad y
glorificarlo (1 Tesalonicenses 5:23).
“El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien
regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.» Isaías 58:11