¿Alguna vez te preguntaste porqué malas cosas les suceden a aquellos que aman y están sirviendo a Dios? Si vemos a Job, podemos ver que su sufrimiento fue usado como ejemplo para demostrar cómo manejar la calamidad. Él nunca maldijo a Dios, como sugirió su esposa. Y Dios vio a Job hasta el final, cuando Él bendijo a Job con el doble de lo que tenía antes.

Entonces, cuando atravesamos dificultades debemos recordar que tenemos que esperar en el Señor. Él tiene un plan y Dios nunca nos dejará y permanecerá con nosotros hasta el final. El propósito de Job era dar ánimo a muchas personas que atraviesan sufrimientos similares. Su ejemplo trae esperanza.

Y sabemos que todas las cosas trabajan juntas para bien a los que aman a Dios, a los que son llamados según su propósito. Romanos 8:28 NVI