Los comentarios son off para este post

Lavando


            Lavando, un continuo deber. Cuando mi esposo y yo estábamos recién casados, nos dividimos los que haceres de la casa. Los dos estábamos trabajando varias horas y teníamos muy poco tiempo para descansar.

Uno de mis deberes era lavar. Sin embargo, yo no tenía la herramienta necesaria para el trabajo. El mayor tiempo de las veces la ropa salía de la lavadora con algunas manchas.

Podemos tratar de limpiarnos nosotros mismos una y otra vez, pero no podemos completar el trabajo sin la ayuda del espíritu santo. Necesitamos la herramienta adecuada para el trabajo.

“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.” Tito 3:5 RVR

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9 RVR

Los comentarios están cerrados.