Enemigo dentro

El enemigo interior es el más difícil de vencer; odio a sí mismo, rechazo de sí mismo, autocompasión. Te estás atacando a ti mismo. Las heridas de la auto-aflicción hablan de “no soy digno”. A Satanás le encanta cuando nos golpeamos; no necesita hacer ningún trabajo. Estamos haciendo su trabajo por él.

Cuando nos atacamos a nosotros mismos, estamos diciendo que Dios te equivocaste; no me creaste bien. Hoy en día, muchos ni siquiera se dan cuenta de que se están afligiendo. Una mirada más cercana a los síntomas de una persona muestra una imagen precisa. Por ejemplo, las enfermedades autoinmunes son un ejemplo de heridas auto infligidas. Escuché a un pastor decir que la solución es una crucifixión, morir a uno mismo.

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20