Muchos en este «día del padre» pueden estar de luto por la pérdida de un papá. Su risa, sus consejos, sus ánimos o simplemente su abrazo. Podemos consolarnos con el hecho de que tenemos un Padre.
Porque Dios es «Padre de huérfanos …» Salmo 68:5
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra aflicción, para que podamos consolar a los que están en cualquier aflicción, con el consuelo de que nosotros mismos somos consolados por Dios. 2 Corintios 1: 3-4