Vemos en el libro de los Salmos cómo David clamaba a Dios en busca de ayuda.
“Ayúdame, Jehová Dios mío; Sálvame conforme a tu misericordia. Y entiendan que esta es tu
mano; Que tú, Jehová, has hecho esto.” Salmo 109: 26, 27
También vemos a Jesús dándonos una razón para la oración respondida.
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo.” Juan 14:13
Dios es glorificado a través de las oraciones respondidas.