Muchos están enojados con el Señor por cosas que creen que Él podría haber evitado. Y a menudo preguntan, ¿cómo puede un Dios bueno permitir que sucedan cosas terribles?

Tenemos un Dios soberano con una voluntad soberana, “que hace todo conforme al propósito de su voluntad”. Efesios 1:11

Al mismo tiempo, tenemos la voluntad ordenada de Dios que dirige lo que debemos hacer y no hacer. Cuando nosotros o alguien más quebranta la voluntad ordenada de Dios, ellos o nosotros estamos pecando. El pecado nos separa de Dios. Y como también tenemos un Dios justo, Él no puede ir en contra de Su naturaleza. Sí, Él es bueno, pero también es justo.

Oh Señor, ayúdanos a ver: “Bien has hecho con tu siervo, oh Señor, conforme a tu palabra”. Salmo 119:65