Estamos expuestos a demasiados ruidos en nuestro mundo. ¿Cuáles son algunos de los ruidos que evitan que escuchemos a Dios? Algunas veces oramos y no podemos darnos cuenta por qué no escuchamos la respuesta de Dios. Puede haber un ruido de comentarios malos o chismes, no solamente entrando a nuestro corazón sino también saliendo por nuestra boca. Algunas veces los ruidos pueden venir a través de nuestros ojos mientras miramos violencia, muerte y asesinatos en la televisión o en las redes sociales.

Entonces, ¿cómo escuchamos a Dios cuando vivimos en un mundo bullicioso? Daniel ayunó y oró por 21 días mientras esperaba la respuesta de Dios. Vemos que Dios envió un ángel para decir a Daniel que Dios lo oyó el primer día, pero su mensajero, el ángel, no pudo llegar a tiempo porque estaba peleando con ángeles caídos en el su camino. El ángel tuvo que pedir ayuda al arcángel Miguel.

El ruido por el que atravesamos en nuestras vidas puede ser silenciado por la palabra de Dios, meditando en ella, ayunando y orando.

“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.” Daniel 10:12-13 RVR

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8 RVR