Una de mis amigas un día me habló sobre la industria de la moda. Yo nunca le presté mucha atención a las marcas, así que ella me dijo: “¿Sabes por qué yo siempre compro ropa de buenas marcas?” Yo esperé pacientemente por la respuesta, que asumí que estaría respaldada por el nombre de alguna marca de ropa famosa. Ella respondió, “Las empresas más grandes con un nombre reconocido dan su hilo a los trabajadores en países extranjeros para que lo puedan usar cuando fabriquen sus prendas.”

Mientras yo meditaba en esta respuesta, también reflexionaba en como Dios nos protege. Dios no entrega su hilo para que tú seas creado por alguien más.

“En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.” Isaías 61:10. (RVR)

“Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.” Salmos 139:14. (RVR)