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¿Tienes alegría?

 

Nada parecía moverme, hacerme reír o traerme alegría. ¿Qué era lo que estaba pasando? Me sentía entumecida, sin emoción, ¿por qué?

Reflexionar me trajo alegría. Un rápido inventario de mi situación actual me hizo realizar que yo no estaba buscando dar placer a Dios.

Escuché a un pastor decir una vez, “Cuando damos alegría nuestros corazones se llenan de gozo.”

“Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltaré con alabanza. Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey, o becerro que tiene cuernos y pezuñas; lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón.” Salmos 69:30-32 RVR

Entonces, ¿Qué es lo que le da placer al Señor? Una relación con Él, alabando y agradeciendo, obedeciendo y confiando.

“Más los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, y saltarán de alegría.” Salmos 68:3 RVR

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